
¿Cómo ha evolucionado el uniforme en enfermería?
Antiguamente, la enfermería, era una de las pocas profesiones a las que podía aspirar una mujer, desde entonces, muchos aspectos son los que han ido cambiando con el tiempo, especialmente sus uniformes.
El uniforme de enfermería tiene su origen en el S.XIX y su diseño derivaba del hábito que usaban las religiosas encargadas de cuidar a los enfermos durante la Guerra, puesto que las monjas fueron “las primeras mujeres en asumir el papel de enfermeras”.
Con la profesionalización de la enfermería, que vino con la guerra de Crimea (1853-1856), empezaron a crearse asociaciones y escuelas enfermeras, como la Cruz Roja, o en España la Organización Colegial de Enfermería, y la indumentaria se fue adaptando a la coyuntura social de la época.
En este post, te mostramos cómo han ido evolucionando la indumentaria de enfermería (batas, delantales y cofias) a lo largo de los años, acorde a la practicidad, funcionalidad y seguridad de los pacientes.
Evolución en el uniforme de enfermería
Florence Nightingale, que jugó un papel fundamental en la profesionalización de la enfermería, fue una de las pioneras en cambiar el uniforme, aunque siguiese manteniendo parecido con el uniforme religioso. El atuendo consistía en una larga falda gris y chaqueta de terciopelo que permitía ver los puños y el cuello de la blusa, además de una cofia en la cabeza.
La Cruz Roja, por su parte, utilizaba un delantal blanco con su logo, que también se incluía en la cofia, debajo vestían una blusa azul. En los primeros años del siglo XX, el conjunto se blanqueó, se estrechó y se acortó.
1910
Las enfermeras se caracterizaban por llevar un largo vestido blanco hasta los pies con cuellos de pico. Un babero blanco cubría el torso de la enfermera hasta la cintura, donde los pliegues bajaban formando un delantal gigante.
La I Guerra Mundial trajo consigo importantes cambios en los uniformes debido a que las enfermeras tenían que ser rápidas y capaces de proporcionar cuidado y atención a los soldados de la manera más eficaz posible, por lo que se añadieron bolsillos y las mangas para facilitar el movimiento.
Años 20
Después de la Guerra, ninguna enfermera quería ponerse de nuevo los antiguos vestidos voluminosos y los gigantescos delantales de la década anterior.
Un simple vestido blanco que caía hasta los tobillos reemplazó el pesado traje del pasado y se convirtió en la nueva base del uniforme de enferma que conocemos hoy.
Años 30
El vestido blanco (o bata) con cuello y la cofia fue lo normal para las enfermeras durante esta década. Se solía acompañar con pantis de color blanco.
Años 40
Los delantales y uniformes se volvieron mucho más sencillos durante la mitad de los años 40. Se acortó la longitud del delantal, lo justo para proteger el frente del vestido, el dobladillo de la falda iba subiendo cada década un poquito más, siguiendo el estilo de las mujeres de la época.
De este modo, lavar un delantal contaminado era una tarea mucho más sencilla que tener que reemplazarlo por un nuevo uniforme limpio. Las enfermeras tenían que tener mucho cuidado de no propagar las enfermedades a través de su ropa.
Años 50
En la década de los 50 acorde al estilo de la época, las faldas y las mangas de las batas se hicieron más cortas, incluso se desmontaban y se sujetaban con corchetes al hombro.
En cuanto a los gorros o cofias, muchas veces eran piezas de papel dobladas que reemplazaron las elaboradas cofias de tela que llevaban las enfermeras durante la I Guerra Mundial.
Años 60
Los vestidos se volvieron más simples, facilitando el lavado y planchado, además el auge de las lavadoras y secadoras facilitaron la limpieza y recambio de los uniformes en el trabajo diario.
Años 70
Fue en la década de los 70 cuando el traje de enfermera pasó a considerarse prácticamente como una herramienta más de trabajo, que respondía a las características de comodidad y funcionalidad propias con las que debe contar la ropa de trabajo profesional. El uniforme de enfermería se desligó entonces por completo de consideraciones de índole religiosa o bélica que, como explicábamos anteriormente, han condicionado su evolución, desarrollo y la imagen que se tiene de la enfermería.
En los 70, la cofia de enfermera desapareció durante el uso diario del trabajo.
Años 80-90
Los uniformes de enfermera empezaron a parecerse a la ropa cotidiana, con algunas enfermeras sustituyendo los trajes habituales por unos juegos de pantalones y chaqueta blanca.
Las camisas de cuello abierto y los pantalones se hicieron muy populares en la década de los 80 según se fueron incorporando hombres como enfermeros.
Finalmente, las enfermeras pudieron dejar de llevar tacones, y empezaron a ponerse calzado cómodo.
Actualidad
Desde los 90, el uniforme tradicional de enfermera se ha ido sustituyendo por los nuevos trajes de tela en la mayoría de los hospitales de Estados Unidos y Europa.
Los puedes encontrar en diferentes estilos, nuevos tejidos, colores, estampados, diseños, etc.
Hoy en día, la forma de reconocer a una enfermera es mediante la placa identificativa del uniforme o bien por la diferenciación de color de uniforme que haga el Hospital o Centro de Salud.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Te ha parecido interesante la evolución de los uniformes sanitarios? ¿Has llevado alguno de los comentados a lo largo de tu carrera profesional?
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Fuente: Rolloid.net
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Alejandro Bermúdez medel
15 marzo, 2018 at 7:38 amApreciado amigos:
Un artículo muy interesante para una persona como yo que colecciona uniformes de enfermería y servicio desde hace más de 30 años. Un saludo,
espejo retrovisor
24 octubre, 2018 at 7:47 amEsto es realmente genial, eres un blogger muy profesional. Me he unido a tu RSS y me gustaria encontrar más cosas en este gran blog. Además, !he compartido tu sitio en mis redes sociales!
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